CASAS HOUZZ: UNA VIVIENDA PARA DISFRUTAR DEL CIELO

Evolucionando el concepto de casas en serie, la fachada blanca de esta vivienda mexicana dibuja fronteras y luces.

Dentro de la urbanización Los Robles, en Zapopan, Jalisco, esta casa destaca por una personalidad única. Evolucionando el concepto del muro pantalla –elemento que surge en las casas en serie de condominios cerrados, donde se ansía privacidad y el enriquecimiento del espacio interior–, Abraham Cota Paredes, de Abraham Cota Paredes Arquitectos, crea un hogar que invita al relax introspectivo y a la contemplación.

De un vistazo
Situación: Zapopan, Jalisco, México
Superficie: 229 metros cuadrados
Arquitecto: Abraham Cota Paredes, de Abraham Cota Paredes Arquitectos

Localizada en las faldas del conocido bosque de la Primavera, al oeste de Guadalajara, Casa para mirar el cielo –como la han llamado los arquitectos– se orienta levante-oriente, protegiendo la fachada frontal y la posterior. Con una personalidad contenida y misteriosa, este proyecto invita al visitante a descubrir su espacio interior.

“Para brindarle privacidad a la vivienda, se ha levantado un muro pantalla de hormigón, que evita las vistas a la calle y al aparcamiento, generando un jardín interior que es, de hecho, el corazón de la casa”, cuenta el arquitecto y responsable del proyecto, Abraham Cota Paredes.

El muro pantalla se convierte en el elemento estructural principal del proyecto. Optimizando el diseño de la estructura se logró una solución integrada para el voladizo, sin elementos verticales de soporte.

El cielo cautiva a quien pasea bajo el muro pantalla.

“La casa refleja la búsqueda de una arquitectura introspectiva, una arquitectura que se envuelve en sí misma, donde la intimidad es el máximo regalo”, explica este arquitecto mexicano.

“Casa para mirar el cielo te envuelve y obliga a que la descubras por dentro”, reconoce Cota.

La limpieza visual manda en el volumen; el observador queda con la impresión de que el total del peso de la casa descansa en un sencillo muro de hormigón.

El resultado formal parecen ser dos paralelepípedos sobrepuestos, con las aberturas necesarias para enmarcar las vistas y reforzar la entrada de la luz.

“Una fina ranura divide al muro de hormigón en dos, justo donde se delimita el cuadrado del rectángulo áureo”, enfatiza Abraham.

La casa incluye un programa estándar en planta baja: estar, comedor, dormitorio con baño completo, baño de visitas, cocina y área de lavado.

El área social se ubica hacia el oriente, para capturar la luz y el calor de la mañana de manera indirecta. ¿Cómo? A través de ventanales corredizos, que unen el interior con el jardín frontal y el corredor lateral.

El espacio interior se puede abrir por completo hacia el jardín, para permitir la ventilación natural directa, y dando un extra de amplitud en las reuniones sociales. “Este jardín es una especie de pabellón abierto, rodeado de verde”, dice Abraham Cota.

La escalera, oculta entre los muros, se diseñó como elemento divisorio, para diferenciar las áreas sociales de las privadas.

En el pasillo de la planta alta, una ventana horizontal alargada inunda de luz natural indirecta el espacio.

El baño principal está diseñado para la comodidad absoluta de dos personas:zonas claramente delimitadas, equipamientos dobles y privacidad.

Se observa una continuidad entre el solado y la pared, ambos con el mismo tono oscuro. Un tragaluz baña de luz natural la ducha.


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