THE GRAND BUDAPEST CAFÉ

The Budapest Café es un destino que invita a sus visitantes gracias a su peculiar carácter atrevido e internacional. El diseño del café se inspira notablemente en el estilo visual de Wes Anderson, así como la cultura del café en Melbourne, Australia. Esta moderna interpretación de ambos conceptos se integra por medio de un diseño atractivo y una marca sólida.

El proyecto de diseño de espacios interiores fue realizada por Biasol, un estudio de diseño con base en Melbourne, el cual tiene un método de trabajo donde se integra el diseño interior, arquitectura, diseño de producto y branding. El café está ubicado en Chengdu, China, tiene una extensión de 178 m2 y fue terminado en 2017.

Biasol opera, tanto local como internacionalmente, con un equipo de diseñadores y arquitectos que buscan descubrir y utilizar el potencial completo de cada proyecto. Para ellos, el diseño es un lenguaje y una expresión, donde varios aspectos como el detalle, calidad y precisión técnica se conjugan armónicamente.

The Budapest Café está diseñado para ofrecer una propuesta aislada de cualquier patrón existente,  alejada del bullicio y la prisa del día a día. El cliente, específicamente buscó una firma de diseño australiana para crear una experiencia internacional, con la intención de atraer al segmento de mercado formado por mujeres activas en redes sociales y que disfruten de la cultura del café.

Dentro de la propuesta de interiorismo, se presentan espacios imaginativos que evocan una atmósfera relajada e indulgente y una elegancia extravagante. El resultado de esta particular fusión demuestra la capacidad internacional de diseño que se mezcla con la estética local.

El punto de partida fue tener un entendimiento correcto del estilo de Anderson, poniendo especial atención a su simetría, precisión y diseño extravagante de escenarios, que se unen a paletas de colores vívidas y nostálgicas. También, sus filmes tienden hacia la perspectiva de un punto de fuga y a hacer acercamientos desde arriba para enfatizar los ejes desde el exterior hacia el interior.

La interpretación de este lenguaje por parte de Biasol es refinado y se refleja en el diseño, materialidad y la propia marca. La fachada frontal del edificio exhibe una personalidad de grandeza con un arco que enmarca la entrada y recibe a los visitantes. Una vez en el interior, los comensales empiezan a conocer poco a poco el diseño del café, permitiendo que se desenvuelva orgánicamente la historia que se presenta.

El planteamiento de diseño y detalles en general están pensados para llamar la atención del visitante y animarlo a que explore el espacio. El nivel de mezzanine, aporta una visual completa del lugar, logrando que los comensales puedan observar cada detalle, desde los arcos simétricos, libreros, escaleras falsas, chimeneas, y el propio bar con cubierta de mármol.

El alto contraste entre los tonos intensos y los pasteles reflejan el juego de los rasgos de personalidad en los personajes de Anderson en The Grand Budapest Hotel. El diseño se integra con el branding a través de los anuncios, menús y las diferentes aplicaciones gráficas.

Otro de los detalles que se seleccionaron fue, una alberca de pelotas rosas, un anuncio de neón y la silla original de Eero Aarnio llamada Bubble chair, un remate visual que inspira a tener momentos de diversión. Además, los baños sorprenden por el uso de terrazo rosa moteado en los muros como complemento y contraste con los tonos verdes del área principal.

The Budapest Café transmite feminidad, luminosidad y diversión, a pesar de tener una estructura expuesta y de su carácter industrial. El concepto, colores y detalles se perciben en cada rincón del lugar, permitiendo que se pueda explorar y vivir una experiencia llena de imaginación que evoque los escenarios de los filmes de Wes Anderson.

*Artículo publicado en el suplemento ChicHaus 68 de Milenio a nivel nacional.

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