MOVING FROM LONDON

DM House es un proyecto de arquitectura que empezó siendo de interiorismo, pero con el tiempo y descubriendo las necesidades reales de los clientes cambió de escala. El objetivo principal fue transformar una residencia de los años 70’s en un espacio más amplio e iluminado, perfecto para una familia londinense que se aventuró a cambiar de vida y vivir en Brasil.

Esta compleja vivienda fue realizada por el Studio Guilherme Torres, firma con sede en Sao Paulo, Brasil. La residencia tiene una extensión de 350 m2 y fue terminada en 2012. Guilherme Torres como arquitecto y como persona se considera un perfeccionista, quien tiene un compromiso con la calidad y el detalle de su trabajo. Los elementos atractivos de arquitectura, los detalles minimalistas y la amplia paleta de colores y materiales caracterizan sus diseños, siendo motivos que se aplican desde a una casa unifamiliar, una renovación de espacio interior, comercios, oficinas, etc.

La filosofía de trabajo de Torres se puede resumir en la idea de crear un balance en la rigurosa estética de la arquitectura, mediante la inclusión de un juego que ofrezca cualidades divertidas a nivel espacial en sus proyectos.

La complejidad de esta casa se debe a que el proceso de diseño y de conocer a los clientes se realizó a distancia, por la gran distancia existente tanto de la firma como de la familia en Inglaterra. Esta situación se fue diluyendo gracias a la tecnología actual de videoconferencia que permitió gradualmente definir las intenciones principales de diseño. El planteamiento de arquitectura para esta vivienda sigue las líneas del edificio existente y su unificación con el contexto natural.

La familia está integrada por una pareja con tres hijos pequeños, lo que sugería una diversidad de gustos tanto por la cultura distinta como por la diferencia de edades. El cliente fomentó en gran medida el proceso de diseño, lo cual facilitó mucho que la propuesta se consolidara a través de una decoración vibrante, sugestiva y sobre todo colorida.

Se puede decir, que el elemento unificador y el que da inicio a la casa es una serie de gabinetes recubiertos con páneles de acrílico de colores, los cuales atraviesan las habitaciones, definen la circulación y crean una atmósfera atractiva, divertida e inesperada.

La dinámica de la distribución del espacio es uno de los factores principales para el éxito de este proyecto. El arquitecto optó por colocar la recámara principal, los cuartos de los niños y el área de juegos en planta baja, mientras que la sala, el comedor y la cocina las ubicó en un nivel de sótano; sin embargo, este sótano tiene completo acceso a iluminación natural y a una vista directa a la alberca y el jardín. Como detalle, la mesa del comedor fue hecha en concreto colado en sitio, contrastando con un muro revestido de mosaicos con patrones de colores.

Cada área exhibe una experiencia diferente, llena de sorpresas, no obstante el éxito del proyecto radica en la cualidad unificadora de la arquitectura y el diseño interior, que en todo momento se percibe como uno solo, y no como una serie de ambientes disociados. La distribución espacial ingeniosa beneficia mucho al confort interior, ya que todos los niveles tienen una atención particular a la luz natural, lo cual es un logro destacable en el sótano.

Las formas duras y austeras, aunadas a superficies sutiles definen los espacios perfectos para el mobiliario seleccionado y comprado en Londres, el cual se mandó a Brasil cuando la familia llegó finalmente para habitar su nuevo hogar.

*Artículo publicado en el suplemento ChicHaus 29 de Milenio a nivel nacional.

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