CASAS HOUZZ: UNA VIVIENDA PLAGADA DE DETALLES EN CANCÚN
El hormigón en diferentes texturas y los espacios fluidos protagonizan la casa en el Caribe de una pareja sin hijos.
Ubicada en un terreno de 273 metros cuadrados en Cancún, México, y concebida como un único volumen a doble altura, Casa Garcías destaca por una aparente sencillez. El lenguaje estético contenido esconde, sin embargo, multitud de detalles, tanto en la elección de materiales –la cal que usaban los mayas– como en la fluidez de los espacios. El arquitecto Carlos Armando del Castillo, del joven estudio Warm Architects, explica los retos, económicos y arquitectónicos, de este proyecto.
De un vistazo
Quién vive aquí: Una pareja sin hijos.
Situación: Cancún, en el estado de Quintana Roo, México.
Arquitectos: Warm Architects
Superficie: 215 metros cuadrados.
Dato curioso: en la construcción de la casa se ha usado el Sascab: una mezcla de roca caliza utilizada desde los mayas en la Península de Yucatán como sustituto de la cal.
En uno de los epicentros turísticos del Mar Caribe, Cancún, se ubica esta vivienda construida por el estudio Warm Architects para una pareja sin hijos. El objetivo principal, según nos cuenta el arquitecto Carlos del Castillo, fue “separar el volumen habitable de la fachada que da al Oeste, para aprovechar vistas, sombras y apropiarse del espacio que se genera entre el jardín y el interior de la casa”.
“Los clientes querían una vivienda de bajo coste”, revela Del Castillo. Creatividad y buen hacer arquitectónico son la clave, y no el coste o la elección de materiales sofisticados, de ahí que sea en los pequeños detalles donde radique la verdadera esencia del proyecto.
Al entrar en la vivienda, nos encontramos con una doble altura en el espacio principal, a modo de transición entre los dos niveles que tiene la casa. ¿El objetivo? Generar una mayor sensación de amplitud y, de paso, permitir captar de un vistazo todo el área social –también el patio y el jardín a través de los muros de cristal.
El proyecto arquitectónico está basado en las necesidades de una pareja sin hijos, por lo que se aborda un esquema interior dinámico y fluido, que establece una conexión espacial, material, visual y funcional entre los diferentes ámbitos. En la planta baja, la zona social se integra con la piscina y la terraza, diluyendo la frontera entre el interior y el exterior.
En la sala principal, destaca este grupo escultórico de gran formato –diseñado por Warm Architects–, fabricado con postes y perfiles de madera reutilizados, procedentes del proceso de construcción de la propia vivienda.
En la segunda planta, la conexión con el nivel inferior se refuerza por medio de una segunda doble altura, desde la que se obtiene una vista general de toda la zona de día.
Para el volumen superior, la fachada se cierra estratégicamente protegiendo el interior del exceso de sol (la temperatura media anual en Cancún es de casi 26ºC); lasventanas verticales puntuales dirigen las vistas para evitar que futuras construcciones puedan alterar la percepción del entorno.
La habitación principal dirige las vistas hacia el patio y fomenta la fluidez espacial. La pareja no necesita puertas casi en ningún espacio de la vivienda. Por eso, han preferido una circulación por los espacios continua y relajada.
Se trata de una casa con pocos elementos decorativos, pero salpicada de forma puntual por obras de arte. El baño exhibe una pieza de gran formato que remata visualmente la estancia.
“El reto principal fue utilizar acabados interesantes y que se adaptaran al presupuesto”, asegura Carlos del Castillo. Como material principal se empleó el hormigón en distintas variantes; pulido y abrillantado en los suelos interiores; pulido para los exteriores; y como recubrimiento final liso en los muros de fuera. Tantos tonos y texturas como los que se perciben en el entorno natural en el que se enmarca la vivienda.
Además del hormigón, destacan el uso de cantera negra, pintura blanca y el Sascab, una mezcla se roca caliza utilizada desde los tiempos de los mayas en esta región, la Península de Yucatán, como sustituto de la cal.
“Las estrategias de diseño elegidas, la baja densidad de los muros y la selección de materiales, permitieron cumplir con una de las prioridades del cliente: un coste por proyecto terminado de 6.200 pesos mexicanos por metro cuadrado [unos 350 euros por metro cuadrado, aproximadamente]”, explica el arquitecto.
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- Publicado:
- junio 4, 2016 / 3:17 PM
- Categoría:
- Vivienda Unifamiliar
- Etiquetas:
- Architecture, arquitectura, Cancún, houzz, Mexico, warm architects
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