ESPACIOS FLEXIBLES: PRESENTE (Y FUTURO) DE LA ARQUITECTURA RESIDENCIAL
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Sin duda, la arquitectura se encuentra hoy, desde un punto de vista estético, en un proceso de transición. En la actualidad existen dos extremos consolidados: una arquitectura espectacular, atenta al análisis de flujos de información, y una orientada al usuario, sostenible y energéticamente eficiente. Uno de los elementos esenciales de la arquitectura del siglo XXI consiste en poder aceptar el cambio y el paso del tiempo. Este artículo resume algunas ideas que hacen de un interior un espacio intemporal, alejado de modas, más de acorde con la flexibilidad que el usuario de hoy necesita.
La vivienda es un híbrido flexible que debe ser capaz de mutar con el paso del tiempo y con el cambio de necesidades del usuario. Los arquitectos debemos saber cómo incluir a las personas no solo en el desarrollo de un proyecto, sino también en la propia vida del edificio.
Flexibilidad y open building, ambos conceptos definidos por primera vez por John Habraken en su libro Supports: an alternative to mass housing (1962), van a determinar (ya lo están haciendo de hecho) el futuro de la vivienda.
Muro flexible como eje principal de la vivienda. Los tres principios del open building se centran en elementos clave para los edificios plurifamiliares: la vivienda debe de ser diversa, debe aceptar el cambio y la transformación y debe incorporar al usuario dentro del proceso de diseño. Particularmente esta última idea garantiza el vínculo que debe existir entre el habitante y el espacio habitado, permitiendo así una conexión con su hogar desde el proceso preliminar.
Máxima flexibilidad del espacio interior. Al trasladar estos conceptos a la arquitectura doméstica, la flexibilidad en el interior radica en el diseño de ámbitos de idéntica jerarquía y tamaños similares. De esta manera, cada usuario tiene la posibilidad de apropiarse de los espacios según sus necesidades; otra característica es la distribución diversa y adaptación que se puede dar a los muebles en un mismo lugar.
La necesidad de arquitectura y vivienda flexible es uno de los conceptos esenciales para el desarrollo sostenible, ya que de este modo la propia arquitectura tiene la capacidad de absorber el paso del tiempo. Por medio de muros centrales perfectamente diseñados, que acojan diversas funciones, se pueden resolver varias problemáticas en la dinámica del espacio, permitiendo que éste cambie según se requiera.
Paneles correderos. De la misma manera, el uso de paneles correderos permite que las áreas se unan o separen según la actividad que se esté realizando. Igualmente, en caso de que le célula familiar se transforme, los ambientes se pueden reorganizar cambiando los límites entre ellos mismos.
Espacios ‘mutantes’. En pisos pequeños, es ideal para maximizar el uso del espacio que los muebles fijos en las habitaciones sean sustituidos por mobiliario transformable que, cuando no esté en uso, pueda plegarse o guardarse.
Micro espacios y su potencial. Se debe potenciar el uso de cada pequeño rincón; especialmente en apartamentos de menos de 50 metros cuadrados, donde cada elemento idealmente puede ser multifuncional y, adicionalmente servir como área de almacenaje.
Conexión interior-exterior. Sin duda, la conexión con el exterior es vital, y se debe potenciar la apertura hacia la calle o jardines, según el caso, para romper con la barrera entre el exterior y el interior, acentuando los beneficios de vivir ambas experiencias como una sola.
Apertura de las áreas interiores. Hoy en día es de suma importancia garantizar una renovación natural del aire y potenciar el enfriamiento del espacio interior a través de medios pasivos. Este gesto supone grandes beneficios para la salud y un importante ahorro energético.
Detalles. La implementación de detalles que doten de personalidad propia a cada ámbito de la vivienda es imperativo. Estos elementos también pueden contribuir a la adaptabilidad espacial. En este sentido, librerías, espacio de almacenaje, lucernarios, mobiliario flexible, etc., pueden definir una experiencia de habitar distinta y conforme a los deseos de los usuarios.
Distribución clara. Cuando la distribución de un apartamento es clara es mucho más fácil ubicarse dentro del espacio y, por lo tanto, el usuario se siente cómodo habitándolo. Con una configuración clara es mucho más sencillo unificar o separar áreas según la ocasión y la necesidad. Lo principal es ubicar las áreas fijas, de servicio y escaleras en puntos estratégicos fáciles de acceder.
En resumen: flexibilidad y unificación espacial. No se promueve una arquitectura estática e inamovible, sino un esquema que se adapta a las características de comportamiento familiares. Se puede decir que la arquitectura es la manifestación del habitar, la materialización de diversas maneras de vivir en forma de espacio físico. Esa es la dirección que adopta como solución la flexibilidad espacial.
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- Publicado:
- mayo 19, 2016 / 12:26 PM
- Categoría:
- Teoría, Vivienda Unifamiliar
- Etiquetas:
- houzz, vivienda para el siglo XXI
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