NEW YORK CLASSIC

La renovación espacial en ciudades con alta densidad es una de las tendencias en interiorismo a nivel mundial. Un ejemplo destacable es la transformación de The Mark Hotel en un edificio residencial considerado uno de los referentes en arquitectura en la ciudad de Nueva York.

Este edificio extraordinario fue construido en 1927, siendo rediseñado en su interior por el reconocido interiorista francés Jacques Grange. The Mark es uno de los más recientes hoteles de lujo en transformarse en edificio de usos mixtos, donde un tercio se convirtió en 42 departamentos, mientras que el resto lo constituye las 118 habitaciones de hotel, el lobby, bar y restaurante.

Como parte de la propuesta se debe enfatizar que el diseño de Grange incluye las molduras, las telas y el mobiliario, siendo un proyecto con todos los detalles solucionados de manera integral.

La arquitectura de interior refleja una influencia de modernidad gracias a la ciudad de Nueva York, sin embargo se observan claramente características y cualidades muy clásicas en el diseño de Grange como el uso de patrones con franjas muy identificables en el Art Déco. En sus propias palabras él expresa: “Soy más reservado en París, más tradicional, pero soy más abierto a ser moderno en Estados Unidos”.

El apartamento más codiciado y sofisticado sin duda es la Tower Suite, un espacio suntuoso de 445 m2 que se acentúa por sus habitaciones espaciosas y una distribución llena de detalles específicamente diseñados para este espacio. La suite aprovecha perfectamente la luz natural gracias a sus 26 ventanas, donde se puede disfrutar del panorama directamente hacia Central Park.

En la Tower Suite el área de entretenimiento incluye una sala y una biblioteca. Estas áreas y la recámara principal tiene vista directa hacia la terraza sur. La recámara principal incluye un baño, vestidor, regadera y tina, las superficies se recubrieron con mármol blanco otorgándole elegancia; los aparatos y accesorios son de Lefroy Brooks.

The Mark ofrece una experiencia diferente, donde el estilo clásico se fusiona con el ritmo de vida contemporáneo brindando como resultado un nuevo espacio lleno de sorpresas donde se puede tener una estancia trascendental.

*Artículo publicado en el suplemento ChicHaus 27 de Milenio a nivel nacional.