URBAN, BLACK & WHITE

La nueva sede de la agencia de publicidad Analog Folk surge de la intención de inyectar una esencia escultural en un edificio tradicional londinense, convirtiendo la construcción existente en un gran espacio industrial de trabajo.

Este proyecto fue desarrollado por la firma Design Haus Liberty y se localiza en Londres, Inglaterra. La propuesta tiene una extensión de 930 m2.

La agencia Analog Folk deseaba imprimir su carácter e identidad en el diseño realizado por Design Haus Liberty. El objetivo de Analog Folk como compañía es capturar la atención del público por medio de métodos tradicionales en el que las personas reciben la información, pero también aplicando nuevas tecnologías digitales.

La necesidad del cliente era crear un ambiente de trabajo donde el espacio se alimentara de la creatividad y dejara fluir libremente las ideas. El concepto de diseño se basa en crear un espacio de trabajo con una imagen industrial pero añadiendo una mezcla de elementos reutilizados y una estética minimalista.

La arquitectura busca enfatizar el carácter existente de un edificio antiguo londinense, respetando los muros de ladrillo expuestos y las columnas de hierro.

Design Haus Liberty definió el carácter de la propuesta arquitectónicamente mediante el uso de objetos personalizados, los cuales cambian su uso y toman un nuevo papel dentro del espacio fomentando el reúso. Algunos de estos elementos personalizados incluyen una biblioteca con libreros hechos de cabinas de teléfono cortadas con agua a presión, así como un candelabro hecho con botellas de PET que por medio de software 3D se convirtió en una pieza memorable e icónica.

La propuesta permitió la apertura del lugar, agregando un mezzanine para optimizar el espacio, añadiendo también una nueva escalera y una fachada de cristal como parte de su identidad singular.

Al entrar al lobby, la recepción exhibe un piso de concreto pulido y escritorios de madera astillada OSB, con unos sillones clásicos Chesterfield, así como una valija antigua como mesa central. El uso de mobiliario vintage acentuó de manera franca la temática implícita del rescate de la arquitectura.

Se utilizó un catálogo de materiales muy diverso, y aún así se mantiene una unidad. Se aplicó desde madera, acero, instalaciones expuestas, etc., siempre tomando como base la estética industrial junto con elementos complementarios.

La paleta de colores se basa en el blanco y negro, mientras que se instalaron una serie de luminarias que logran una fusión de iluminación artificial y natural. Específicamente, se realizó una instalación de luminarias con tiras de cable que caen sobre el espacio, convirtiéndose en un punto focal a través del recorrido.

Las nuevas oficinas para Analog Folk logran capturar a nivel espacial una combinación de nuevas ideas, así como una intención presente de ir más allá de los límites. La arquitectura crea un ambiente funcional, pero agrega una variable de creatividad e innovación que lo convierten en un espacio extraordinario.

*Artículo publicado en el suplemento ChicHaus 23 de Milenio Monterrey y D.F.

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