CÁLIDO AMBIENTE

La joven firma Noses Architects terminó el proyecto de renovación para el restaurante Kook, una ostería y pizzería, donde la intención es crear un lugar para la estimulación de los sentidos y la percepción, pero sin llegar a saturar el ambiente.

Kook fue terminado en 2012, se localiza en Roma, Italia, y tiene una extensión de 230 m2. Noses Architects es un estudio integrado por Mohamed Keilani y Luca Gasparini.

Los arquitectos confiaron firmemente en el uso del concreto, la calidez de la madera y el mobiliario personalizado, para integrar un espacio con un espíritu familiar; en sí un ambiente fácil de identificarse. En Kook, el presente y el pasado se manifiestan tanto en la arquitectura como en la cocina.

Con el objetivo de fortalecer el vínculo entre la innovación y la tradición, los arquitectos respetaron un árbol de olivo, un símbolo de sabiduría, longevidad y la esencia del mediterráneo, sin duda el corazón del proyecto. El árbol se confinó en un volumen de cristal, un invernadero que expresa los elementos principales de la cultural local y la cocina, funcionando al mismo tiempo como un faro que captura luz natural y la distribuye en el espacio.

El tema del proyecto es establecer armonía. El recorrido muestra una serie de detalles, como la bicicleta bianchi o las tuberías expuestas, exactamente en su estado original, transmitiendo una identidad industrial, atemporal y mediterránea.

En cuanto al uso de materiales, se aplicó una combinación refinada de distintos tipos de pisos; desde parquet en color miel, resina industrial y mosaicos en colores clásicos mediterráneos. El uso del mobiliario es ecléctico, dependiendo de la función y la intención espacial.

Para fomentar la percepción multisensorial, permitiendo recibir todos los estímulos que el restaurante ofrece, los diseñadores colocaron frases sobre madera y concreto, con dichos populares para ser disfrutados durante la comida.

La proyectualidad se ha basado en el concreto, el horno tradicional, la memoria y el testimonio íntimo del visitante. Con un arquitectura familiar, sobria y mínima, Kook se presenta como un lugar que evoca memorias en los usuarios, conectando con ellos desde la llegada y durante todo el transcurso de la experiencia espacial y gastronómica, logrando una verdadera conexión con los comensales.

*Artículo publicado en el suplemento ChicHaus 11 de Milenio Monterrey.