CONTINUIDAD ESPACIAL Y SENSORIAL

La Fredensborg House está construida en la parte norte de la ciudad de Copenhagen, Dinamarca, en un terreno con un marcado desnivel cerca de las montañas. La vivienda está diseñada sobre cinco mesetas o terraplenes que se conectan por medio de escalones entre sí. Esta pequeña residencia de 240 m2 de extensión fue terminada en 2010 por el joven dúo danés Norm Architects, integrado por Jonas Bjerre-Poulsen y Kasper Rønn.

La visión estética de la casa se deriva de las inspiraciones de las montañas danesas, la arquitectura de los templos chinos y el trabajo particular del maestro Jørn Utzon.

Desde el exterior, el techo inclinado se presenta como uno de los elementos principales en el proyecto. Las tejas se colocaron en una mezcla armónica de diferentes tonos de amarillo y café, reconociendo la imperfección de la naturaleza y aportando una cualidad tradicional y cálida a la arquitectura.

Al adentrarse a la vivienda, el usuario es recibido por una amplia escalera, que junto con plafones a diferentes niveles y los largos ventanales enfatizan la cualidad etérea y mínima del interior. La escalera también sirve como un punto de encuentro inspirado en las calles tradicionales de los pueblos daneses. Las ventanas que se orientaron al este y al oeste son más reducidas con el objetivo de mantener la privacidad pero al mismo tiempo capturar las mejores vistas y la luz natural.

El pasillo central y la escalera conectan las tres plataformas que ligan la recámara principal, la sala, la cocina y el comedor, estableciendo un espacio único, limpio y continuo, que se conecta con el exterior por medio de una terraza. Las distintas áreas de la casa se dividen por medio de muros de ladrillo que definen la cocina y la chimenea, que también son elementos divisorios. El sentido de transparencia y la conexión entre el interior y el exterior se potencia gracias a que el nivel del piso de la terraza exterior es el mismo que el del interior.

Como detalle importante en el comedor, se colocó una ventana alineada con la mesa que permite tener una conexión directa con el jardín, ofreciendo una experiencia interesante a nivel sensorial. Adicionalmente, a través del proyecto, las ventanas se colocaron de manera muy precisa con el objetivo de tener un efecto visual específico.

En la parte oeste del terreno, se colocaron los cuartos de los niños, permitiendo tener una visibilidad completa desde la cocina hasta las habitaciones, ya que estos espacios se localizan a niveles diferentes para poder mantener una vigilancia por parte de los padres.

En el interior, se utilizaron materiales locales como ladrillo gris, pisos de madera de roble natural y techos con aplanados blancos, buscando crear una armonía tradicional y una estética auténtica. La unidad en la aplicación de los acabados en la casa logran un sentido de coherencia y un sentido de continuidad espacial.

Sin duda, la luz fue uno de los temas principales de la casa, ya que se consideró detenidamente cómo iba a entrar el sol a las diferentes horas del día, siendo uno de los factores que definió la forma de la arquitectura, imprimiéndole un carácter y una calidad sensorial muy especial.

*Artículo publicado en el suplemento ChicHaus 6 de Milenio Monterrey.

Fredensborg House ChicHaus 6


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