VESTIGIO RENOVADO

Construido a principios del siglo XVIII por hermanos franciscanos, el Convento de San Francesc en Santpedor, Cataluña, España, sirvió a su propósito hasta 1835 cuando fue saqueado y abandonado posteriormente por la orden. El deterioro causado por el pasar del tiempo provocó que en 2000 se demoliera. Sin embargo, el recinto no fue destruido completamente y el arquitecto catalán David Closes tuvo la visión de convertir los vestigios de la iglesia en un espacio funcional para la comunidad.

El proyecto tiene la intención principal de rescatar la herencia histórica de este edificio patrimonial. La intervención tiene el objetivo de convertir la iglesia en un auditorio y un centro cultural multifuncional, imprimiéndole nueva vida pero sin eliminar las evidencias del pasar de tiempo.

El diseño mantiene las dimensiones de los espacios interiores de la iglesia, así como los huecos resultantes del deterioro utilizándolas como entradas de luz natural. Más de allá de intentar ser una restauración, lo que se busca es enfatizar los antiguos elementos y detalles del edificio, evidenciando la diferencia entre el pasado y el presente.

Esta rehabilitación de 950m2 de extensión permitió poder hacer una lectura total de los valores de la edificación, restableciendo fragmentos de su antigua gloria. Sin duda, una de las principales dificultades o más bien posibilidades en intervenciones de este tipo es el dilema de utilizar un lenguaje diferente o continuar con el existente.

Se decidió trabajar con la estructura original, donde el arquitecto optó por diseñar alrededor del propio tejido de la iglesia, pero desarrollando un lenguaje contemporáneo donde la estética tendiera a la neutralidad manteniendo un diálogo con la historia, preservando la herencia y paralelamente añadiendo nuevos detalles.

La inclusión del nuevo programa se desarrolló por medio de volúmenes insertados en las ruinas, pero manteniéndolos parcialmente expuestos para mantener la unidad de la nave interior. Adicionalmente, se ubicaron nuevas escaleras y rampas a través del edificio, permitiendo tener un panorama envidiable de este antiguo templo.

Los materiales elegidos para lograr la neutralidad y el diálogo deseado fueron naturalmente el concreto, cristal, acero, vidrio y madera, intentando ser notoriamente invisible pero aportando un énfasis a la estructura del pasado.

La primera fase de la intervención fue finalizada en 2008, mientras la segunda fue terminada en 2010. A futuro, como última fase se tiene considerado terminar el edificio con la inclusión de un archivo histórico en los niveles más altos del ala sur del templo.

La arquitectura de este tipo es la evidencia del respeto que debe de existir entre el presente y el pasado. Al final somos la acumulación de lo que ha ocurrido a través del tiempo y en esta disciplina no es la excepción. Existen mucho edificios en condiciones similares que están por ser derribados y probablemente terminarán en el olvido. Se tiene la responsabilidad de establecer ese puente con la antigüedad, siendo uno de los medios de rescatar la cultura antes de paulatinamente perderla por siempre.

*Artículo publicado en el suplemento ChicHaus 3 de Milenio Monterrey.

Convento de San Francesc ChicHaus 3

Convento de San Francesc ChicHaus 3a


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