DISEÑO ESPACIAL: ESTILO SOFISTICADO

El contexto siempre será importante en la práctica de la arquitectura, ya sea como parte del exterior o del propio interior. El Graffiti Café, localizado en Varna, Bulgaria, prueba de manera absoluta que respetar el contexto no significa resignarse a un diseño plano, derivativo o sin inspiración, sino que se vuelve una oportunidad valiosa para desarrollar conceptos innovadores.

Este proyecto de interior, por parte de la firma búlgara Studio MODE, fue terminado en 2011. El Graffiti Café, un espacio con un área de 300 m2, se ubica en el primer nivel de un edificio muy singular en Varna, donde se encuentra la sede de la galería de arte de moderno y un hotel. Por lo anterior, el diseño y la expresividad se convirtieron en las premisas principales de esta propuesta y según sus creadores es una continuación natural de la propia arquitectura del exterior.

Como parte de la funcionalidad interna, la distribución se dividió en dos zonas: la parte frontal define un espacio público exterior, delimitando el perímetro del café a manera de terraza interna; el área posterior se distingue por tener una personalidad diferente, destacando el diseño del piso y plafones, que permite al espacio reducir su profundidad pero mantener una visibilidad completa.

Más allá de la estética, la problemática real era solucionar la funcionalidad del espacio en relación a la ventilación, acústica y estructura. Esta situación compleja pero interesante dio origen al tema central del proyecto: la materialización de conceptos y la interpretación del lenguaje de M.C. Escher en arquitectura. Este gesto logra resolver las variables mencionadas articulando un enfoque hacia el diseño de vanguardia.

El sistema estructural se especificó por medio de columnas revestidas con paneles de madera muy delgados, que se extienden hasta el plafón como un solo elemento continuo formando un patrón y ocultando la estructura principal junto con las instalaciones. Esta piel de madera ofrece una solución creativa al tema de la ventilación del techo y tuberías, y de la misma manera beneficia a la acústica.

En sintonía con el uso y transformación de elementos geométricos, se diseñó un panel de plástico decorativo como fondo del bar a modo de remate visual. La geometría de este panel se extendió hacia el piso de esta zona del café, dándole continuidad y amplitud, al mismo tiempo que el tono blanco se prolongó a las cortinas de los muros opuestos del local.

La paleta de colores elegida es sumamente monocromática y sencilla, predominando el blanco y el tono madera, permitiendo que los elementos arquitectónicos se conviertan en protagonistas de este sofisticado diseño espacial. Lo resultante es, un interior con un notorio trasfondo artístico y geométrico, que intencionalmente hace una referencia a la galería que se encuentra tan solo un nivel arriba.

*Artículo publicado en el suplemento ChicHaus 3 de Milenio Monterrey.