LUGAR DE ENSUEÑO

El lujoso Dream Downtown Hotel, localizado en el barrio de Chelsea, en Nueva York, es un ejemplo fiel de lo que significa articular la historia y al mismo tiempo reinventar la realidad presente de una manera exquisita e innovadora.

Este hotel de ensueño es una rehabilitación de un edificio antiguo. El proyecto tiene una extensión de 17,000 m2, y fue terminado en 2011 por Frank Fusaro, uno de los socios de la firma Handel Architects, quien estuvo a cargo del diseño arquitectónico y de interior.

El visitante puede ser observador de la singular historia que relatan los muros del conjunto. En 1964, el Sindicato Nacional Marítimo de América, contrató al arquitecto Albert Ledner para diseñar sus nuevos cuarteles, y a su vez dos años más tarde, le pidieron construir un anexo, que sería el edificio que se rehabilitó en la actualidad como el Dream Hotel.

El hotel de 12 pisos tiene un programa que incluye 316 habitaciones, 2 restaurantes, terraza bar y zona VIP, alberca exterior con bar, gimnasio, salón para eventos, y área comercial en planta baja. El conjunto se ubica frente a las calles 16 y 17, junto al Maritime Hotel.

Preservar la particularidad del diseño de la edificación original es una de las ideas principales del proyecto, con el objetivo de mantener la identidad de la obra. Sin embargo, de la misma manera, y como parte de los requerimientos del hotel, era necesario renovar la imagen, articulando los patrones y elementos protagonistas existentes, pero reinventándolos con un carácter más lúdico y contemporáneo.

La fachada se replanteó utilizando placas de acero inoxidable perforadas, que serviría como la nueva cara del hotel, emulando el patrón circular del diseño original y recubriendo su frente inclinado. Adicionalmente, se ubicaron ventanas siguiendo el esquema de este muro en dos formatos diferentes, en círculo completo o medio círculo, tratando de hacer mucho más dinámica la retícula.

Los paneles de acero se doblan en las equinas, envolviendo por completo el volumen inclinado del edificio, y generando un contraste con el patrón frontal. Esta piel exterior, está construida con dos capas de acero inoxidable, una con los patrones circulares y una segunda capa con perforaciones regulares. Esta pantalla de acero cubre toda la fachada, pero logrando un gesto creativo en el acceso, donde se dobla para cambiar de ser muro a ser techo de la entrada principal.

Con el objetivo de promover el uso de la luz natural, se eliminaron cuatro pisos del centro del edificio, donde se colocó una alberca con terraza, junto con ventanas y balcones adicionales para los huéspedes. La alberca se diseñó con un piso de cristal para promover la interacción visual y de luz con los usuarios que estén en el lobby, ofreciendo un preludio a la experiencia de la estancia en Dream.

En el lobby, se colocaron doscientas luminarias de forma esférica, llenando el espacio de una luz etérea. Los acabados, mobiliario y demás detalles, fueron diseñados específicamente siguiendo la misma línea estética que el diseño exterior. La paleta de colores se definió con tonos neutros y oscuros, utilizando la madera y el acero como materiales principales.

La luz, el cielo, y sus alrededores se reflejan sobre la piel de acero perforada en este hotel, provocando miradas pero reafirmando su lugar natural en esa manzana, como pieza clave de la historia y la memoria colectiva del vecindario, pero siempre creando nuevos sueños y vivencias.

*Artículo publicado en el suplemento ChicHaus 2 de Milenio Monterrey.

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