DESCUBRIENDO EL DISEÑO 360

En la actualidad cada vez se está acentuando el trabajo de equipos multidisciplinarios de diseño, con un planteamiento integral, con una perspectiva en 360º que aborde los requerimientos en todos los sentidos, desde la imagen gráfica hasta el diseño de interiores. En Madrid, España, Gabriel Corchero Studio es una de estas ambiciosas firmas que han logrado personalizar por completo cada parte del proceso de diseño, desde el planteamiento de la idea hasta su ejecución. Uno de los proyectos más representativos de esta oficina es el Poncelet Cheese Bar.

Este proyecto es un gastro-bar especializado en quesos, terminado en 2012 en Madrid. La idea principal de este espacio tan especializado se basa en el cuidado de la naturaleza, utilizando materiales y productos sustentables, en esencia, regresar a los orígenes, a lo tradicional, pero desde una mirada innovadora y perpetua.

Desde la transición de la calle al interior del local, se recibe al visitante con una fachada de elementos de madera, que comunica la referencia a lo orgánico, pero imprimiendo correctamente el mensaje del dinamismo y el movimiento. Estas piezas en conjunto recrean la topografía tradicional de Madrid, ofreciendo un juego visual de diferentes niveles. En la misma fachada, se trazó un hueco en la secuencia de elementos, definiendo un cuadrado en diagonal que sirve como remate visual y atrae al peatón al interior del local.

La fachada, que fue realizada en madera de cedro, está vaporizada y protegida con un tratamiento de barniz al agua ecológicamente sostenible. Como espacio de transición, se utilizó un mecanismo de doble puerta, que sirve como medio tanto de seguridad como para permitirle al visitante tomarse un segundo para disfrutar ese momento de la acción de entrar al restaurante.

Ya en el interior, se observan las primeras pinceladas del ecléctico diseño. A la izquierda, aparece una pared de cinco metros lleno de platos colgados en forma de cascada; estos platos son el primero de los tributos al mundo animal, un mensaje constante en todo el lugar, casi como un agradecimiento y respeto tácito. A la derecha, se puede disfrutar de una amplia barra con forma curva realizada con corian en color blanco pulido. Todo el mobiliario fue diseño por Gabriel Corchero Studio, teniendo el mayor rigor en la sustentabilidad de los procesos, así como el tratamiento de los materiales y acabados.

Otra de las ideas principales para el restaurante es evocar las tradiciones culinarias y la artesanía de la región, pero de una manera actual. En este sentido, las mesas se detallaron con una placa de corian en blanco pulido que emula la idea del mantel tradicional. Otras de las mesas tienen un acabado de madera de roble español sólido, pero con un tratamiento de ceras naturales, conforme al sentido rústico de la artesanía, como la llamada “mesa poncelet”.

Al final, se presenta la gran joya, la cava de quesos, el verdadero icono de este gastro-bar. La cava es una serie de gabinetes de madera de cedro vaporizado, que llama la atención del visitante y al mismo tiempo logra una perfecta conservación del queso. Otra pieza clave es el gran mural de la sala situado frente a la cava de quesos. Esta visión casi caleidoscópica juega con la geometría y el color, creando una hermosa composición que parece como si pretendiera fundirse con la naturaleza del jardín vertical

Recorriendo cada espacio, individualmente se pueden disfrutar ambientes diferentes e íntimos, diseñados para realizar diversas actividades, como leer un libro, degustar vino o queso en las pequeñas mesas modulares de la biblioteca, siempre teniendo de fondo un amplio uso de color, que contrasta con la neutralidad de los materiales seleccionados.

Es evidente que para lograr este nivel de integración en el diseño, se han proyectado y fabricado elementos arquitectónicos específicos para este local, como los muros verdes cubiertos con ramas de árboles o las luminarias cónicas invertidas que bajan del techo haciendo referencia a hongos. En definitiva, se ha puesto el mayor cuidado y sofisticación en los detalles, logrando que estén siempre presentes y visibles en la experiencia del espacio, haciéndolo único y auténtico, perdurando en las memorias de los visitantes.

*Artículo publicado en el suplemento ChicHaus 1 de Milenio Monterrey.

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