METÁFORA DE LA NATURALEZA

Diseñado con el concepto de convertirse en uno solo con la naturaleza, el VanDusen Botanical Garden Visitor Centre tiene la intención de crear un balance entre la arquitectura y el paisaje, tanto desde la perspectiva visual como la ecológica, considerándose una de las nuevas caras de la sostenibilidad de espacios públicos en Vancouver, Canadá.

El encargado de dar vida al proyecto fue el despacho Perkins+Will, una oficina global multidisciplinaria con base en Chicago, el proyecto de crear un edificio icónico, un centro sustentable que aumentara la afluencia de visitantes al jardín botánico, mejorando su posicionamiento y reconocimiento en el mundo. El edificio tiene una extensión de 1,765 m2.

El proyecto arquitectónico está inspirado en las formas orgánicas y los sistemas naturales de la orquídea endémica. El edificio está organizado por medio de cubiertas verdes onduladas en forma de pétalos, los cuales aparentan flotar sobre los muros hechos de tierra compactada y concreto. Estas cubiertas están conectadas a nivel de suelo por medio de rampas con vegetación local, las cuales vinculan el jardín con los techos verdes.

La construcción incluye un café, una biblioteca, instalaciones para voluntarios, una tienda de jardinería, espacios de oficinas y un área flexible que sirve como salón de clases, reuniones, conferencias, talleres, etc.

Respondiendo a la temática de la sustentabilidad, el centro potencia el uso de las fuentes de energía renovables disponibles en el propio sitio, empleando energía geotérmica, celdas solares fotovoltaicas y calentadores solares de agua, con el objetivo de lograr un consumo de energía neta cercana al cero, además de no tener emisiones de carbono anualmente.

En cuanto a los materiales, el uso de madera como material principal del edificio constituyó una estrategia ecológica efectiva. Por otro lado, de una manera más activa, se implementaron sistemas de filtración de agua de lluvia para uso cotidiano; además, el 100% de las aguas negras son tratadas para luego ser utilizadas en el regado y para jardines.

Se fomentó el uso de la ventilación natural mediante una chimenea solar, un mecanismo que permite la circulación de aire a través de un intercambio de calor, mejorando la ventilación. De la misma manera, se agregó un disipador, un instrumento que convierte los rayos solares en energía, obteniendo un valor agregado.

La chimenea solar se localiza estratégica y arquitectónicamente en el centro del atrio, en el punto de unión de las varias alas del edificio. Este elemento enfatiza la importancia de la sostenibilidad en el proyecto, tanto en función como en forma arquitectónica.

El centro se diseñó con el objetivo de alcanzar la codiciada certificación LEED Platinum, sin embargo se quiere superar el Living Building Challenge, uno de los programas de certificación más estrictos en cuanto a medidas de sustentabilidad en la construcción, validando el desarrollo y la construcción de un conjunto como una metáfora de la naturaleza.

*Artículo publicado en el suplemento Casas & Más 161 de Milenio Monterrey.


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