VILLA SOW DAKAR

Flotando al filo de un escenario.

Esta majestuosa residencia de 1,402 m2 fue diseñada por la oficina Stefan Antoni Olmesdahl Truen Architects -SAOTA- para un joven empresario de Senegal y su familia. Localizada en la ciudad de Dakar, Villa Sow despliega el lujo y los exquisitos detalles de una estética que tiende hacia lo mínimo, presentándose dentro de un recorrido rigurosamente planificado. El diseño interior se realizó en colaboración con Antoni Associates y su construcción terminó en 2011.

La singular historia de esta residencia comienza desde su terreno. Esta parcela albergó en el pasado un búnker de la Segunda Guerra Mundial, al filo de un acantilado. De acuerdo con SAOTA, Villa Sow es el resultado de un análisis cuidadoso de los parámetros y oportunidades del sitio, por lo que no sólo aprovecharlos sino maximizarlos se convirtió en el objetivo principal; de igual manera, preservar la historia del lugar llegó a ser el motivo recurrente. Se logró salvar parte del viejo búnker donde, acorde con la nueva distribución, se colocó una sala de cine subterránea que se abre hacia un patio con espejos de agua en la entrada principal de la casa, y a su vez se conecta nuevamente mediante un andador de madera hacia una escalera en espiral que lleva del subterráneo a la planta baja.

El acantilado por sí mismo se presentó como una oportunidad extraordinaria para diseñar un edificio que aprovechara este particular accidente geográfico. Sin embargo, debido a la erosión natural del suelo en el acantilado, se necesitó hacer énfasis en la crítica problemática estructural; afortunadamente, el diseño resultante logró un volumen de arquitectura que flota dramáticamente sobre el acantilado.

Dentro del planteamiento de la residencia, la planta baja se diseñó como áreas de entretenimiento, tanto interiores como exteriores, y se distribuyó y amuebló con el objetivo de maximizar las vistas del océano Atlántico, especialmente en el área de la terraza y la alberca. Mediante una cuidadosa secuencia de terrazas, se logró que cada habitación tuviera una vista inigualable del mar; la orientación de los cuartos se diseñó notoriamente para obtener las mejores vistas de este magnífico escenario.

Las áreas de estudio y oficina se concibieron como un bloque separado, el cual se une a la casa a través de un pasillo. Este corredor, que lleva del área de estudio hacia la cocina, se convierte en la columna vertebral y distribuidor espacial. Debajo de este volumen se colocó el cuarto de huéspedes, ubicado justo sobre el acantilado y al lado del gimnasio y de un espejo de agua. El bloque principal tiene un amplio espacio abierto con una doble altura, una cocina lujosamente equipada, una terraza, una alberca y un cuarto de juegos o salón familiar.

Uno de los elementos más significativos de esta vivienda es la escalera en espiral, la cual está forrada de acero inoxidable, mientras que los escalones tienen un acabado en granito blanco. La escalera, además de ser funcional, se diseñó como un elemento escultural, por lo que se agregó un barandal, semejante a una elegante reja, compuesto de tubos de 20mm de diámetro de acero inoxidable que recorren todos los niveles.

La segunda planta de la casa incluye las áreas privadas, la habitación principal y las de los niños. Con un claro juego de transparencias, se colocaron ventanales de gran tamaño para proyectar la mayor cantidad de luz al espacio interior, pero filtrándola precisamente mediante pantallas de aluminio e iluminación indirecta, enfocando todas las visuales hacia las vistas más privilegiadas.

Un tragaluz sobre la escalera y un ventanal de piso a techo en las áreas sociales aportan luminosidad y crean la experiencia que enfatiza el contexto del lugar. La recámara principal se desenvuelve hacia una terraza privada con vista hacia el océano, además de culminar con un jardín privado.

El resultado de este opulento y singular ejercicio de arquitectura es un proyecto con una marcada jerarquía de espacios conforme al estilo de vida de sus usuarios, donde cada habitación trata sutilmente de atrapar lo mejor de lo externo, ya sea en relación a su extraordinario entorno o de interacción entre el interior y el exterior. Finalmente, SAOTA exitosamente define una vivienda que se convierte en el marco perfecto de un paisaje por demás sublime.

*Artículo publicado en la revista Stilo Magazine 20.


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