LA SUTILEZA DE LAS LÍNEAS PURAS

Los grupos familiares y de convivencia se han modificado en los últimos años como consecuencia de la evolución de la sociedad. En la actualidad, cada vez la familia tradicional como tal está diluyéndose, para dar pie a nuevos esquemas de convivencia. Por lo anterior, el diseño de vivienda debe de actualizarse conforme a las necesidades de los usuarios y sus nuevos estilos de vida.

Es refrescante encontrar ejemplos de arquitectura como la casa GM1, en Girardot, Colombia, diseñada por Giovanni Moreno de GM Proyectos Inmobiliarios en 2011. Esta casa se desarrolló para un cliente no convencional, en este caso, dos parejas con una larga amistad y sus respectivos hijos, en total 9 personas bajo el mismo techo.

El presupuesto coherentemente se compartió por iniciativa de las parejas. La necesidad principal de este grupo era una vivienda donde las dos familias pudieran compartir los espacios y sus vidas, con espacios amplios y una alberca. Como consecuencia, la flexibilidad de los espacios y su capacidad de transformarse se definió como uno de los conceptos fundamentales del proyecto.

En un terreno de 800m2, con una construcción de 513m2 y 276 m2 de área verde, se dividió el programa en tres áreas principales, independientes pero conectadas mediante sus corredores y balcones. La primera, una zona privada en donde se encuentran las habitaciones ubicadas en el segundo nivel. La segunda, un área social, donde se ubicó la sala, comedor, cocina y alberca. Y por último, un área de servicios donde se colocaron los baños de servicio, lavandería, espacios de guardado y una habitación para invitados; esta área se diseñó como un elemento cerrado, estableciendo un balance entre lo lleno y lo vacío.

El proyecto arquitectónico fue planteado con una línea estética muy pura, legible, entendible y sin ningún tipo de presunción. De acuerdo con Giovanni Moreno, su intención arquitectónica era crear un edificio de líneas continuas, que aportara un sentido de sutileza. Para lograr esta continuidad espacial se implementó una estructura metálica que permite definir volados grandes y un recorrido libre. Adicionalmente, los acabados se definieron con una voluntad sobria y purista, color blanco en pisos, paredes  y techos, y sin adornos innecesarios.

Por medio de un plano plegado, como un elemento continuo que unifica los pisos, paredes y techos, se desarrolla el programa de la vivienda. Con base en este programa, el arquitecto diseñó espacios altos, ventilados, iluminados y sin ningún tipo de distracción, con el objetivo de concebir una zona de confort y tranquilidad para el usuario, con el contexto natural integrado a área de la casa través de la notable transparencia del volumen.

En la forma arquitectónica, la cubierta se muestra como el elemento final del plano, el cual aporta sombra en toda la casa, cubre la escalera exterior, pero también se manifiesta como un elemento escultórico con mucha potencia visual.

La idea de tener superficies blancas, y hasta cierto punto austeras, es que sirvan como planos que inviten a la creación, como base para la decoración de las habitaciones y el mobiliario. Este concepto fue asimilado fácilmente por los habitantes, por lo que utilizaron colores vivos y cálidos dentro de la decoración del interior, la intención era darle color a la casa mediante el mobiliario. Definitivamente, la casa GM1 es una vivienda base para la familia contemporánea, con un estilo atrevido, donde la lógica de la vida es la del cambio, y dentro de su casa no es la excepción.

*Artículo publicado en el suplemento Casas&Más 158 de Milenio Monterrey.


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