HABITANDO UN HANGAR

En la actualidad, podemos observar una diversidad de formas en el imaginario colectivo que están presentes de manera consciente o inconsciente. Tal es el caso de la forma de un hangar, el cual tiene una forma arquetípica, que es fácilmente visualizable y que todos conocemos su forma y uso. Este es el caso de la Arc House, una residencia privada diseñada para una pareja y sus dos perros, construida en 2010, en East Hampton, Nueva York, en Estados Unidos.

El sitio donde se localiza esta vivienda es cerca de una pista de aterrizaje del aeropuerto local y también junto a las vías del tren. Por lo anterior, la acústica y el ruido generado se convirtió en un factor crítico al momento de diseñar el proyecto. Para Maziar Behrooz Architecture, el uso de sistemas de construcción industrial, como la tecnología de un hangar, tendría la capacidad de resolver las limitaciones detectadas debido a la proximidad con estos conjuntos generadores de ruido.

Adicionalmente, siguiendo la lógica de la estructura industrial autosoportada de un hangar, se optó por una planta abierta sin columnas que albergara todos los espacios públicos de la casa. A partir de esta decisión, la verdadera problemática consistió en encontrar la proporción correcta para el arco metálico, que definiría la envolvente y transformaría este sistema constructivo frío en un espacio cálido y habitable.

Finalmente, con una altura de 4.80m se encontró la proporción en que el espacio se puede experimentar de una manera cómoda, pero aún existe inherentemente ese sentido de amplitud y enormidad asociado a los techos curvos de gran tamaño. En el interior del arco, se ubica el área social, el comedor y la cocina, todo solucionado en una planta abierta y flexible.

La entrada principal se diseñó a una altura de 2.15m, con el objetivo de crear un plano mucho más accesible dentro de la estructura general. Adicionalmente, pensando en la flexibilidad y el paso del tiempo, se planeó la posibilidad de agregar habitaciones futuras sobre un volumen que se colocó en la parte posterior, donde se ubicaron las habitaciones, y que está hecho de paneles aislados estructurales.

En un nivel inferior, se albergaron áreas para una oficina, una sala de espera, un estacionamiento y área para ejercicios. Con el objetivo, de tener un contacto directo con el contexto, este nivel inferior tiene la capacidad de abrirse hacia el patio totalmente para permitir la ventilación y delimitar un espacio exterior privado.

El sitio, originalmente plano, sufrió una transformación del paisaje en niveles, con el objetivo de proveer de múltiples visuales y experiencias, además de obtener un beneficio de los sistemas bioclimáticos y la ventilación natural. Por lo anterior, el gasto energético de esta residencia es apreciablemente menor que una casa tradicional de su mismo tamaño, en parte por los materiales usados y la implementación del sistema de arco como envolvente externa.

Se puede observar un verdadero proceso de innovación en esta casa, con la simple lógica de sacar elementos de su contexto convencional y transformándolos en algo nuevo de acuerdo con las necesidades del lugar, de los usuarios y sobre todo proyectando arquitectura flexible. La Arc House es notoriamente un resultado excelente de un claro proceso de pensamiento de diseño aplicado a la innovación en la arquitectura.

*Artículo publicado en el suplemento Casas&Más 158 de Milenio Monterrey.


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