LA NUEVA CARA DEL ORIEL

La brasería Oriel en Sloane Square ha sido uno de los restaurantes más aclamados en los últimos 25 años en Londres. Pero en esta ocasión con la apertura de una sucursal en uno de los puntos más concurridos de Inglaterra, el aeropuerto de Heathrow, era necesario una renovación en la imagen clásica del restaurante.

Tragus Groups, propietaria del Oriel, se puso en contacto con Afroditi Krassa, una joven y talentosa diseñadora que ha especializado en los interiores comerciales, restaurantes, abordando desde el interiorismo hasta la imagen gráfica, con el objetivo de reinventar la imagen del Oriel.

La idea es clara, replantear un restaurante icónico, que se inspirara de su contexto, de su nueva ubicación dentro del aeropuerto de Londres. El restaurante se localiza en la Terminal 3 de este complejo y ofrece una selección de cocina clásica francesa con un aire moderno, abriendo sus puertas en febrero de 2012.

En clara sintonía con la idea solicitada por el cliente, Krassa creó un concepto inspirado en una de las corrientes de vanguardia de principios del siglo XX, el Art Decó, un período en el que viajar era un exquisito lujo que no muchos podían tener. Esta premisa conceptual es notablemente irónica, en un momento en que la dirección es hacia la innovación del futuro, y las referencias históricas han perdido su encanto.

El proceso de diseño sin duda se basó en el análisis de los elementos básicos que logran que los restaurantes con la influencia Decó sean un éxito en Europa. Siguiendo esta secuencia de entendimiento, se concluyó que no son los acabados, los materiales, las texturas o los colores de los espacios, los que los hacen atractivos, sino que realmente es la atención, la adaptación a las necesidades del usuario y el detalle artesanal minucioso. En esencia, estos elementos constituyen el programa básico sobre el cual el Oriel debía establecerse.

La imagen gráfica original del Oriel le dio una nueva vida mediante una paleta de colores, franjas y una amplia variedad de elementos basados en los patrones y motivos geométricos de los 30’s. El diseño interior de conceptualizó como una combinación de proporciones clásicas, sencillas y continuas, en contraste con los accesorios altamente complejos que se utilizaron como detalles para completar el ambiente propuesto.

Desde piezas brillantes metálicas hasta mesas de mármol verde, siguiendo con el diseño del piso con franjas encontradas en negro y gris claro, cada elemento fue planeado y construido coherentemente siguiendo el mismo concepto. Una paleta de colores claro le da un toque mucho más dinámico al espacio, además que permite la inclusión de piezas antiguas como relojes, valijas, fotografías de época, sin crear demasiado contraste. De la misma manera, se utilizaron viejas puertas corredizas de trenes como un recurso para dividir los diferentes espacios del restaurantes en áreas más privadas.

Las necesidades particulares de los usuarios de un aeropuerto han sido cuidadosamente consideradas y resueltas dentro de la propuesta, incluyendo espacios para colocar el equipaje, áreas para carga eléctrica de dispositivos móviles y espacios de lectura.

Indudablemente, la exploración que se llevó a cabo para realizar este proyecto es notablemente rica por lo que la materialización del diseño es notablemente interesante. Sin embargo, se puede considerar un ejercicio de investigación muy bien logrado y ejecutado, pero una solución arquitectónica derivativa y sin ninguna propuesta más allá de las propias referencias históricas. Se debe de reconocer que el nuevo Oriel es un restaurante conceptual y temático, que ofrece un ambiente exclusivo, logrando de una manera elegante y precisa satisfacer las necesidades para las que fue concebido.

*Artículo publicado en el suplemento Casas&Más 159 de Milenio Monterrey.


About this entry