ARQUITECTURA ORIENTADA A LOS NIÑOS

Superficies acristaladas, madera y colores brillantes y llamativos son algunos de los pocos elementos que se usaron en el diseño de la Kinderhaus Arche Noah, en Huttligen, Alemania. Diseñada por Liebel Architekten, esta escuela se ubica en un área verde extensa donde los niños pueden ser supervisados en cualquier momento, ya sea en el interior del edificio o en el exterior, permitiendo que las condiciones de estudio sean muy buenas.

El objetivo de este proyecto es crear un lugar para seguridad y el confort, que se aplique y se logre a través de una metodología de diseño orientada a las necesidades del niño. La escala del edificio está realizada a la proporción infantil, y adicionalmente se puede observar la diferencia entre las áreas del kinder y de maternal.

El edificio se localiza en una zona industrial entre dos avenidas, una de ellas de tráfico elevado. Para solucionar esta problemática dentro del conjunto, se hizo mucho énfasis en la conectividad entre las avenidas y la escuela, de tal manera que se implementó un estacionamiento protegido, con un carril especial para dejar y recibir a los niños, al iniciar y finalizar el día escolar.

El niño experimenta en todos los sentidos cada rincón del espacio, los salones se iluminan tanto del sureste y el suroeste de manera indirecta permitiéndoles ver los cambios de luz en el transcurso del día. El kinder introduce la luz hasta el interior por medio de las amplias ventanas de cristal, domos y el atrio.

El proyecto fue diseñado por medio de divisiones en el volumen, que le permite a los salones estar agrupados alrededor de un patio central, teniendo acceso a la luz y a la ventilación natural. Adicionalmente, el jardín está planteado para ser visto de cualquier punto del interior de la escuela, fomentando la relación entre el exterior e interior, y maximizando también la capacidad de supervisión a los estudiantes.

Mediante un esquema de colores se pueden identificar las diferentes áreas, que sirven para orientar a los niños y enfatizar los efectos de luz en las superficies del interior. Hay diferentes zonas separadas para diferentes actividades. De la misma manera, se implementaron algunos artefactos y aplicaciones acústicas para mejorar el proceso de escuchar, entender y aprender.

Con un interés en la sustentabilidad y la economía, la estructura compacta tiene un aislamiento alto, asegurando una pérdida mínima de energía y logrando bajo consumo eléctrico. Se incluyó un sistema de calefacción por debajo del piso mediante una bomba de agua, el cual genera un ambiente agradable. El sistema de ventilación permite que el aire caliente esté en circulación, minimizando el consumo de energía.

La arquitectura tiene un amplio efecto en la educación, formación y desenvolvimiento de los niños. Por lo anterior, en este proyecto se fomentan espacios interactivos, amigables y llenos de color que completan la educación formal que reciben. El éxito de este proyecto radica en que el centro educativo se convierte en un detonador de experiencias, conocimiento y exploración, permitiendo que el interés del niño despierte estimulando su capacidad de aprendizaje.

*Artículo publicado en el suplemento Casas&Más 159 de Milenio Monterrey,


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